25/2/10

PEZ LIMON AL NORTE DE SANTA CLARA DEL MAR

El pasado fin de semana me visitaron unos amigos de Bolívar, la familia Parma, que aprovechando sus vacaciones en la localidad de Santa Clara del Mar, decidieron contratar mis servicios para embarcarse y realizar una salida de pesca al tiburón y variada de mar. El día elegido para la pesca no podía ser mejor, vientos suaves del sector Este que se mantenían durante todo el día, visibilidad buena, el mar casi planchado o aceitoso, como a veces decimos los pescadores, y buena temperatura. Aprovechando las condiciones del mar y las condiciones climáticas, decidimos botar la Lobo de Mar V (embarcación semirrigida de 5,55 mts. de eslora) bien temprano, esto es a las 6 de la mañana, hora en la que abre el Club Náutico La Escollera de esta localidad.

Considerando la dirección del viento, tomamos rumbo Este a unas 7 millas del club en busca de un banco de piedras en el que usualmente tenemos una buena variada de mar, pero por sobre todas las cosas lo que sabíamos que íbamos a encontrar era mucho besugo rosado una de las comidas predilectas de las bacotas y ahí queríamos fondear, pero sucedió que mientras estábamos llegando a la zona de pesca notamos una gran pajarada a unos mil metros de nosotros, es decir, muchas aves se movían como alimentándose en el mar, y se sabe que cuando estamos en presencia de ese movimiento de aves, es que estamos en presencia de un cardúmen. Es común en esta zona encontrarnos con la presencia de grandes cardúmenes de anchoas de banco, y por tal motivo siempre en la embarcación llevamos algunos señuelos para tal ocasión, y algo de equipo liviano también, pero el movimiento de las anchoas es muy clásico en la superficie del agua y en la medida en que nos acercábamos, notábamos que el movimiento en el agua era diferente, estábamos en presencia del tan buscado pez limón. Esta especie generalmente siempre la capturamos deportivamente hacia el Sur de Mar del Plata, pero la teníamos ahí, al Norte de Santa Clara del Mar y valía la pena hacer unos intentos con los elementos que tuviéramos en la embarcación. Buscando encontramos varios señuelos para las anchoas de banco y unos ALFER’S para hacer trolling en la zona. Sin pensarlo mucho más, tomamos los equipos de pesca que no estaban preparados para los embates de estos ejemplares y a marcha muy lenta esto es a 3 y 4 nudos hicimos trolling en el lugar. La particularidad de los señuelos ALFER’S para hacer trolling es que poseen una gran paleta adelante que, con un poco de movimiento, profundiza fácilmente y da un movimiento artificial de pez en movimiento. El pez limón, cazador por naturaleza y de mucha agresividad, suele tomar en el agua cualquier señuelo que le llame la atención o bien alguna carnada que sirva para su alimento como puede ser alguna anchoita, calamar, langostino, cornalito, etc.., la sugerencia es que la pelea sea suave pero firme no solamente porque su boca es débil, sino además porque si perdemos la tensión del nylon o multifilamento lo más probable es que por ser tan ágil y movedizo la pieza se desenganche y por consiguiente se pierda. Los primeros piques no se hicieron esperar, y empezamos a capturar los primeros ejemplares de limón en la zona, todos de la misma talla de 3 a 5 kilos, una pesca impensada en el lugar, pero así es la pesca deportiva una actividad de grandes momentos con innumerables sorpresas. Pero la propuesta de pesca del día era de variada de mar y de tiburón, asi que ni bien se cortó el pique de pez limón, es decir los seguíamos viendo pero los mismos ya no tomaban el señuelo, entonces largamos el fondeo de la lancha y nos dispusimos a desplegar los equipos pesados, los equipos de tiburón. Realmente fue un día de muy buena pesca, los piques de variada de mar tampoco se hicieron esperar, y empezaron a salir las primeras corvinas rubias de buen porte en el lugar, acompañada también con algún bagre de mar, y por momento mucho besugo rosado. A la hora de estar pescando se evidenció el primer bacota en una línea de variada, lo pudimos ver cerca hasta que se cortó la brazolada, luego tuvimos otro pique más y otro más, se trataba de un cardúmen bastante grande de bacotines y de este modo concluimos la pesca, capturando tiburones bacotas que en su mayoría oscilaban en su peso entre los 20 y 40 kilos, obviamente todos fueron restituidos a su medio ambiente haciendo la extracción del anzuelo como corresponde a una buena devolución. Siendo las 14 hs y habiendo tenido una jornada de pesca inmejorable, decidimos regresar al club náutico La Escollera de Santa Clara del Mar.Eduardo Cañueto

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