El día acompañó muy bien, teníamos 12 kms de viento y en el cielo no había ninguna nube, la temperatura estaba agradable aunque hubo una helada importante en las afueras de la Ciudad de la Plata.
Fuimos con el Guía de Pesca Rubén Ruscitti, que tiene dos truker muy bien equipados y sobre todo muy cómodos para pescar. Nos embarcamos del lado de enfrente de Marina del Sur, dejamos el auto en el estacionamiento privado y fuimos los primeros que salimos. Había muchas embarcaciones ansiosas por zarpar. Pasamos por Prefectura para realizar la verificación y una vez lista, zarpamos rumbo a la Boya Hillstone.
El Río estaba hermoso para navegar, porque si bien no estaba planchado, había una leve brisa que no dificultaba para nada.
Pasamos los barcos unos 4 mil metros y el “Tío”, nuestro Guía, tiró las dos anclas de capa.
Preparados los equipos y la ceba, comenzamos a prepararnos para levantar los tan apreciados “Flechas de Plata” que nuestro Río ofrece.
Pasó un rato largo hasta que un colega divisó una llevada franca y firme y trajo el primer ejemplar que midió 51 centímetros y fue el más grande de la jornada. Fue algo espectacular ver semejante animal. Los nervios nos iban comiendo la paciencia porque todos queríamos sentir semejante sensación ese Domingo 9 de Mayo.
Habíamos sacrificado las pastas de la abuela para aventurarnos en el Río y dar fe de que existen semejantes pejerreyes. Estábamos exactamente a 25 kms de la costa, marcados por el GPS y el día seguía hermoso y la brisa estaba ideal.
Así las cosas, de a poco se fue afirmando el pique y cada uno iba sacando el primero.
Algunos sacaron 4 o 5 en menos de diez minutos, pero como es de notar, el río volvió a hacerse rogar dándonos 40 minutos sin pesca, para luego darnos otra tanda de piques. Hubo ráfagas de uno tras otro. De los 5 que estábamos pescando, 3 hacían la diferencia ya que duplicaban la cantidad respecto de los otros. No hace falta aclarar dentro de qué grupo se encontraba quién les escribe… por supuesto que dentro de los 2 que menos pescaban!
Y así fue pasando la mañana, el mediodía, la tardecita.
Nunca se cortó del todo, pero a medida que pasaba el tiempo había más piques seguidos.
Para los que quieren saber los resultados, se pescó un promedio de 30 piezas por persona.
A las 16:00 retomamos la vuelta, con una navegación impecable, sin mojarnos una gota, y terminamos nuestra jornada pesquera.
Espero que les hay gustado la nota y les mando un fuerte abrazo !!!
Gabriel Facundo Aguirre Merolli
pescacongaby@hotmail.com
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