Encantos naturales y extensos paisajes describen a la balnearia Claromecó, propia del partido de Tres Arroyos, Buenos Aires. Abierta a infinitas posibilidades de recreación, esta villa recostada sobre el Mar Argentino, encuentra en sus amplísimas playas el máximo argumento de su seducción turística.
Claromecó se caracteriza por su deslumbrante superficie de arenas finas y por sus aguas cálidas ricas en yodo y hierro. Posee además el calificativo de “paraíso de los pescadores”, pues tanto desde la costa como desde embarcaciones contratadas, existe una pródiga pesca de varias especies. Remo, surf, windsurf, remo, canotaje, jet sky integran la cartelera de deportes náuticos, mientras las playas son escenarios de fútbol y voley, y los balnearios invitan a la práctica de tenis, paddle y equitación.
Entre los atractivos turísticos más destacables de esta localidad veraniega, vale mencionar El Faro de 54mts. de altura que se ubica entre los más elevados de Sudamérica; la Estación Forestal, más conocida como Vivero Dunícola, donde convive una gran diversidad biológica; el Paseo del Arroyo que deslumbra con sus siete cascadas; el pintoresco barrio Dunamar separado de Claromecó por el arroyo homónimo; y el Museo Regional, donde el visitante podrá descubrir piezas paleontológicas y arqueológicas halladas en el territorio circundante, así como testimonios de la historia del lugar.
Principal polo turístico del distrito Tres Arroyos, Claromecó completa su propuesta turística con una importante infraestructura hotelera, agradables campings para quienes prefieran el disfrute al aire libre, y casas particulares en alquiler, abarcando así todas las preferencias. Presenta además una intensa movida nocturna en confiterías y boliches, para diversión de la juventud.
Entre las actividades que se desarrollan en la playa se destacan el remo, surf, windsurf, canotaje, kayaquismo y esquí acuático. También se suele practicar fútbol, tenis, paddle, voley y equitación en los distintos centros recreativos de los balnearios.
Otros atractivos son el arroyo Claromecó, la gruta de la Virgen Inmaculada Concepción, el paseo de las 7 cascadas, el barrio residencial Dunamar y la Estación Forestal Bellocq, que constituye un ambiente especial para realizar picnics, senderismo, paseos en bicicleta o cabalgatas.
El Club de Campo Santana posee un circuito de 9 hoyos sobre un terreno ondulado inmerso en un fastuoso pinar.
Claromecó significa en idioma araucano "Aguas claras entre juncales". Este balneario se encuentra en tierras que antiguamente pertencieran a la familia Bellocq y que fueran tomadas por la provincia de Buenos Aires. Los Bellocq comenzaron a darle forma al incipiente balneario construyendo los primeros 9 chalets, de los que aún se conservan algunos. En el sector de playas llamado Dunamar, gran vivero dunícola debido a Ernesto Friddolín Gesell (hermano de Carlos Gesell) se levantan hermosas edificaciones de estilo alpino y confortables cabañas.
La práctica de la pesca comercial es uno de los motorizadores económicos de la población estable. La introducción de la modalidad pesquera fué hecha por inmigrantes catalanes, que con lanchas pesqueras iniciaron tal emprendimiento, logrando extender la costumbre e instalándose al tiempo varias industrias pesqueras.
Son recomendables las visitas a la Estación Dunícola y al Vivero, previa reserva, y que ocupa una faja costera de 11 km. y una superficie de 2.800 has. Posee innumerables variedades de coníferas ya adultas. Puede acamparse. También podés visitar el faro Claromecó, que con sus 54 metros de altura, y subiendo la escalera caracol que lleva al mirador te ofrecerá unas hermosas vistas. Todos los médanos circundantes son vivos, varían constantemente sus formas. Las visitas se hacen de lunes a domingos, de 10 a 12 y de 16 a 20 horas, y se cobra entrada.
En febrero se celebran las "24 horas de la Corvina Negra". En general hay buenos servicios de hotelería y gastronomía, varios campings; el del A.C.A. y el de Luz y Fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario