CIPOLLETTI (AC).- Miles de peces quedaron
el fin de semana atrapados y murieron en las lagunas que se forman en
los brazos del Limay medio cuando se reduce drásticamente el paso del
agua por las turbinas de las presas Piedra del Águila y Pichi Picún
Leufú. Como los fines de semana baja la demanda de electricidad, las
hidroeléctricas disminuyen de manera notable la generación, con un
fuerte impacto en el medio ambiente.
Las compuertas de estas dos presas se abren y se cierran de acuerdo con la demanda eléctrica. Así, el martes, por caso, desde Piedra del Águila se erogaban, en promedio, 1.281 metros cúbicos por segundo de agua y tres días después ese caudal bajaba a 228.
En Pichi Picún Leufú pasó algo parecido. La semana pasada la demanda eléctrica en la zona central de nuestro país, que es la más poblada, fue alta debido a las bajas temperaturas.
Hace años que la cuenca del río Negro (que incluye el Limay y el Neuquén) es operada de manera de hacer más óptima la generación eléctrica, a pesar de las consecuencias ambientales que este modelo genera. La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que integran el Ministerio del Interior y Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, convalidó esta política.
Cuando se reduce de manera tan drástica la erogación de agua desde una presa, hay brazos del río que se desconectan del cauce principal y se generan lagunas de vida efímera porque entre lo que el suelo absorbe y el sol evapora, desaparece y los peces mueren. El agravante es que en esta época del año las truchas están desovando y los pequeños alevines, tratando de sobrevivir.
Los pescadores deportivos vienen denunciando este manejo del recurso. Uno de ellos, Víctor de las Casas, contó en Facebook que estuvo el domingo pasado en el sector afectado. "No fuimos preparados y sólo pude tomar imágenes hasta que quedé sin baterías; el río se encuentra a 500 m aproximadamente y, sin elementos apropiados, es imposible sacarlas (las truchas) y manipularlas sin hacerles daño".
http://www.rionegro.com.ar
Las compuertas de estas dos presas se abren y se cierran de acuerdo con la demanda eléctrica. Así, el martes, por caso, desde Piedra del Águila se erogaban, en promedio, 1.281 metros cúbicos por segundo de agua y tres días después ese caudal bajaba a 228.
En Pichi Picún Leufú pasó algo parecido. La semana pasada la demanda eléctrica en la zona central de nuestro país, que es la más poblada, fue alta debido a las bajas temperaturas.
Hace años que la cuenca del río Negro (que incluye el Limay y el Neuquén) es operada de manera de hacer más óptima la generación eléctrica, a pesar de las consecuencias ambientales que este modelo genera. La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que integran el Ministerio del Interior y Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, convalidó esta política.
Cuando se reduce de manera tan drástica la erogación de agua desde una presa, hay brazos del río que se desconectan del cauce principal y se generan lagunas de vida efímera porque entre lo que el suelo absorbe y el sol evapora, desaparece y los peces mueren. El agravante es que en esta época del año las truchas están desovando y los pequeños alevines, tratando de sobrevivir.
Los pescadores deportivos vienen denunciando este manejo del recurso. Uno de ellos, Víctor de las Casas, contó en Facebook que estuvo el domingo pasado en el sector afectado. "No fuimos preparados y sólo pude tomar imágenes hasta que quedé sin baterías; el río se encuentra a 500 m aproximadamente y, sin elementos apropiados, es imposible sacarlas (las truchas) y manipularlas sin hacerles daño".
http://www.rionegro.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario