a Asociación de Pesca y Caza Nahuel
Huapi y la Asociación de Guías Profesionales de Pesca Deportiva
alertaron a la comunidad sobre la circulación de truchas producto de la
pesca furtiva, que se estarían comercializando con motivo de la Semana
Santa. Días atrás guias de pesca denunciaron amenazas de cazadores
furtivos.
Las asociaciones que nuclean a los pescadores recomendaron a la población que se abstenga de consumir truchas provenientes de la pesca furtiva, ya que las mismas no cuentan con las características que garantizan que el producto sea apto para la ingesta, como por ejemplo, los correspondientes certificados de Senasa. “Quienes comercializan estos productos no se encuentran en condiciones de mantener la higiene, ni conservar la cadena de frío, tanto en el transporte, ni los lugares donde se manipulan, lo que es un riesgo para la salud de quienes los consuman”, advirtieron.
Días atrás, según publicó el diario Río Negro en su edición del 31 de marzo, un grupo de guías de pesca denunciaron que fueron amenazados de ser “golpeados y cagados a tiros” por pescadores furtivos si no se retiraban. Ante ello llamaron por teléfono a Parques Nacionales denunciando el hecho, pero nadie acudió al lugar. No es la primera vez que sucede algo así y sostienen que el furtivismo se incrementó para vender los pescados en Semana Santa. Los guardaparques atraviesan una situación similar, y comenzarían a usar pistolas 9 milímetros para defenderse.
Según el matutino, “dos guías profesionales de pesca presentaron ayer una queja escrita ante la intendencia local de Parques Nacionales, en la cual relatan su odisea y solicitan que se refuercen los controles en el río Limay, para cuidar la seguridad de los prestadores de servicios y de los turistas. Asimismo reclamaron que se preserve el recurso pesca, con el que muchas familias viven de manera honesta y dentro de la ley, pagando todos los permisos e impuestos exigidos por Parques Nacionales y otros organismos de control. También denunciaron que muchas veces los furtivos, tanto de pesca como de caza, inician incendios forestales para facilitar su fuga”.
“Los profesionales consignaron que ante las amenazas de tres furtivos llamaron al 105, donde nadie les contestó. Luego se comunicaron con sus pares en Bariloche, quienes en forma inmediata concurrieron a la intendencia para informar del hecho, y les aseguraron que en forma inmediata una patrulla de Parques y policías irían al lugar. Los guías de pesca también hablaron con los dueños de las tierras donde tuvo lugar el hecho, quienes abrieron las tranqueras para que puedan ingresar los policías y guardaparques. Pero, nadie llegó.”
Fuente: ANBariloche.com.ar y diario Rio Negro
Las asociaciones que nuclean a los pescadores recomendaron a la población que se abstenga de consumir truchas provenientes de la pesca furtiva, ya que las mismas no cuentan con las características que garantizan que el producto sea apto para la ingesta, como por ejemplo, los correspondientes certificados de Senasa. “Quienes comercializan estos productos no se encuentran en condiciones de mantener la higiene, ni conservar la cadena de frío, tanto en el transporte, ni los lugares donde se manipulan, lo que es un riesgo para la salud de quienes los consuman”, advirtieron.
Días atrás, según publicó el diario Río Negro en su edición del 31 de marzo, un grupo de guías de pesca denunciaron que fueron amenazados de ser “golpeados y cagados a tiros” por pescadores furtivos si no se retiraban. Ante ello llamaron por teléfono a Parques Nacionales denunciando el hecho, pero nadie acudió al lugar. No es la primera vez que sucede algo así y sostienen que el furtivismo se incrementó para vender los pescados en Semana Santa. Los guardaparques atraviesan una situación similar, y comenzarían a usar pistolas 9 milímetros para defenderse.
Según el matutino, “dos guías profesionales de pesca presentaron ayer una queja escrita ante la intendencia local de Parques Nacionales, en la cual relatan su odisea y solicitan que se refuercen los controles en el río Limay, para cuidar la seguridad de los prestadores de servicios y de los turistas. Asimismo reclamaron que se preserve el recurso pesca, con el que muchas familias viven de manera honesta y dentro de la ley, pagando todos los permisos e impuestos exigidos por Parques Nacionales y otros organismos de control. También denunciaron que muchas veces los furtivos, tanto de pesca como de caza, inician incendios forestales para facilitar su fuga”.
“Los profesionales consignaron que ante las amenazas de tres furtivos llamaron al 105, donde nadie les contestó. Luego se comunicaron con sus pares en Bariloche, quienes en forma inmediata concurrieron a la intendencia para informar del hecho, y les aseguraron que en forma inmediata una patrulla de Parques y policías irían al lugar. Los guías de pesca también hablaron con los dueños de las tierras donde tuvo lugar el hecho, quienes abrieron las tranqueras para que puedan ingresar los policías y guardaparques. Pero, nadie llegó.”
Fuente: ANBariloche.com.ar y diario Rio Negro
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