Hay más pescados que agua" fueron las palabras de Rubén, dueño de las cabañas Pelo Largo, cuando le pregunté como estaba la pesca en Esquina, conocido pesquero de la provincia de Corrientes.
Eso nos estimuló y junto a Darío Fernández, Gustavo Salguero y Oscar de Castro, partimos rumbo a Esquina a pesar del calor y lo bajo del río.
Al llegar, nuestro guía de pesca, Ulises Chiari, nos comentó que como estaba el río podíamos elegir la especie que deseáramos pescar.
El primer día bien temprano de madrugada decidimos intentar la pesca del surubí, especie predadora de gran porte que suele alimentarse de juveniles de distintas especies como ranas, morenas y anguilas. La carnada elegida para esta ocasión fue la morena.
Alistamos los equipos que consistían en cañas de 12 a 25 libras, reel rotativo tipo "huevito", plomos pasantes de 60 gs, líderes de 40 libras y anzuelos 9/0.
La pesca
La modalidad de pesca fue anclado a unos diez metros de alguno de los tantos pozones que encontramos, dejar bajar rápido la línea para evitar el ataque de palometas o dorados y esperar que las especies de cuero tomen la carnada.
Ni bien el plomo tocaba el fondo empezaban los toques de distintos tipos de peces; era tirar y sacar los surubíes eran de 3 a 4 kilos, los más pequeños no dejaban picar a los grandes.
Las capturas se sucedían en las cuatro cañas pescando además de surubíes pintados, atigrados, mandubas de 3 kilos, armados, pico de pato, mancholo, y amarillos, una enorme cantidad de peces.
Después de una excelente jornada de pesca obtuvimos 4 surubíes de medida, de más de 85 cm.
Pacúes
El domingo a la mañana estimulados por Ulises nos decidimos por la difícil pesca del pacú, en estos lugares así también practicábamos para la Fiesta Nacional del Pacú a desarrollarse este fin de semana en Esquina.
Utilizamos anzuelos 3/0 o 4/0 con bajada de acero de 30 libras. La carnada fue el coco que es un fruto similar al quinoto que crece en las plantas ribereñas.
El pique del pacú consiste en unos toquecitos en la caña, una llevada de linea, y ahí es donde hay que darle el cañazo, explota el agua y es una pelea excelente.
Obtuvimos en unas 6 horas de pesca un pacú por caña, que rondaban los cuatro kilos.
Es una pesca paciente pero el premio vale la pena.
Luego nos dedicamos otra ves al surubí intentando capturar uno de medida para traer y disfrutarlo a la parrilla con amigos. De pacúes y surubíes se permite el acopio y traslado de uno por jornada de pesca siempre que sean de medida.
Muy contentos por las dos excelentes jornada y estimulados para la Fiesta Nacional del Pacú, regresamos a las cabañas a degustar un buen
cordero antes de emprender el viaje a La Plata.
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