Un Pejerrey que huele a podrido

La edición 2019 de la Fiesta del Pejerrey hizo mucho ruido. Sospechas de trampa, falta de controles, servicios caros y ausencia de peces dejaron un combo del que todos hablan. La gran vidriera de Junín pasó sin brillo y plagada de dudas.

la mirada oficial "fue una verdadera fiesta que vivió Junín, con más de 500 pescadores que disfrutaron otra edición de la Fiesta del Pejerrey". Según otros, fue la peor en muchos años, “un verdadero fiasco”. Sólo ocho piezas reunieron los requisitos para ser premiados. El noveno y décimo lugar tuvieron que ser sorteados para no ser declarados desiertos. Ni el medio millón de pesos en premios que dispuso el Municipio lograron acallar las voces de protesta.

"Este año la organización fue un desastre, en vez de mejorar, empeoraron, es la cuarta fiesta que asisto y esta fue la peor. Se olvidan que los protagonistas tenemos que ser los pescadores, no los que van de visita dominguera", dijo un participante, molesto con lo vivido.

¿Pero qué generó tanto enojo? La lista incluye falta de peces, sospechas de tamaños y pesos, ausencia de controles efectivos para la fiscalización de las piezas obtenidas, servicios como la bajada de lancha en el Náutico a precios exorbitantes y falta de servicios adicionales para el pescador y sus acompañantes, los que no embarcaron, en el balneario municipal.

Todo se disparó luego que se conoció la pieza ganadora. Con 392 gramos y 38,2 centímetros de largo, el pejerrey de Lucas Alessandrini de Bragado fue el vencedor de la edición 2019. Los mal pensados se multiplicaron luego de que el mismo Alessandrini declaró: "es la tercera fiesta que vengo y hoy se me dio". Si el mito de que los pescadores son mentirosos es cierto, debe agregarse que también son olvidadizos. Al menos el mismo Alessandrini 'olvidó' que también ganó en 2016, cuando capturó una pieza de 42,5cms, con un peso de 623 gramos. En aquella ocasión embolsó 90.000 pesos. Además, para sumar rarezas, en esta edición los tres integrantes del bote de Alessandrini sacaron piezas ganadoras. ¿Un trío de afortunados? Será.

Más de un pescador observó con preocupación la falta de controles estrictos, que algún vivo pudo haber aprovechado para “pescar piezas únicas en la laguna”. Abundaron las frases al estilo de “lindo el frezado” o “grande el termo”. Hubo otros que apuntaron a la gestión Petrecca. "Este año fue aberrante lo que hicieron; este muchacho (el intendente) no sabe nada, pero lo peor es que ni le importa, porque lo que está haciendo en la laguna no tiene nombre, la está arruinando... va a lograr que todo desaparezca, si de verdad quiere hacer algo en serio, por lo menos por cinco años deberíamos olvidarnos de la fiesta del pejerrey en Junín".

"Se desvirtuó todo, es una lástima... yo soy de La Plata... el año que viene me llevo uno del río, que rondan los 56 cms y me quedo con el premio pero no es así, no está bien... tanto a mí como al buen pescador nos gusta la competencia sana, honesta y con un control serio", escribió David Jara en la página de Facebook del municipio de Junín. Otro, con ironía, dijo que "de haber sabido que el pique era tan malo, hubiera traído la conservadora llena". Hubo integrantes de clubes de pesca local -que no quisieron dar sus nombres para evitar represalias-, que aseguraron que "por lo menos dos años antes, la fiesta debería haberse suspendido, porque no hay pejerrey en la laguna".

Quedó evidenciado que el balneario, otrora estrella en la provincia de Buenos Aires, por la falta de una política comunal y controles de distinto tipo, ha ido perdiendo su colonia de pejerreyes. Tanto que pese a que este año, y aún con un premio muy atractivo (180.000 pesos al ganador), apenas probaron suerte cerca de 200 pescadores. Si bien los números oficiales hablan de 500 (de todos modos, muy lejos de los 1.700 de 2015) muchos ni lo intentaron, a sabiendas que pese a una medida mínima de 25 centímetros, había muy pocas posibilidades de pescar ese tamaño. "Para qué gastar en viajes, inscripción, estadía, si no se saca nada", resumieron.

EL PEOR COMBO

En octubre pasado se reunieron en Junín el intendente Petrecca, el ministro de Agroindustria Leonardo Sarquís y el senador nacional Esteban Bullrich para anunciar la habilitación de la Estación Hidrobiológica, o sea para terminar con un montón de trámites burocráticos que al día de hoy no aportaron mayor  beneficio y que en verdad,  sigue olvidada por la gestión comunal. Si bien las autoridades municipales resaltan la importancia del pejerrey como motor para el desarrollo del miniturismo, esa actitud no aparece reflejada en las  acciones. Si para muestra basta un botón, la estación es un ejemplo de ello: falta de personal, material e insumos y una serie de carencias rodean la dependencia que está a cargo únicamente de la municipalidad.

Lo que muestra la laguna es el fiel reflejo de lo mal que se ha trabajado. Según algunos funcionarios, “se sabía que no hay buenas piezas; con la inundación de 2017 se produjo un efecto similar al que se dio en 2001, que fue el cambio de la salinidad y el ingreso de más cantidad de agua. Esto hizo que una de las especies, el porteñito, se reprodujera en forma exponencial respecto al pejerrey y, ambas especies compiten por el mismo alimento, el zooplancton. Esto también ocurrió en 2001 e hizo que el pejerrey emigrara hacia otras lagunas, y lleva un tiempo y siembra en lagunas cercanas, recuperar la colonia".

PESCA ILEGAL

Claro que todos los pesares no son culpa solamente de las malas acciones políticas y las falencias de la estación hidrobiológica local. A ello hay que sumarle las últimas inundaciones (la edición pasada corrió serio riesgo de ser suspendida por la gran crecida y el peligro que implicaba para los pescadores) y la pesca furtiva y clandestina que sigue sin erradicarse.

Viejos pescadores aseguraron que uno de los principales problemas no pasa solamente por la siembra, sino por la falta de control. "Deberían averiguar quiénes tiran las redes para vender pejerrey en Mar del Plata".

Según un pescador que pidió reserva, “nunca en Junín va a haber de 70, 80 centímetros; sencillamente porque antes que se desarrollen los sacan para venderlos, utilizando hasta el cansancio las redes prohibidas”.

¿SE TERMINA?

"La verdad, una vergüenza: 500 cañas, 7 pescados; los últimos tres premios tuvieron que sortearlos; hagan las cosas bien para la próxima, no se quemen así de esa manera... Todo muy bien organizado, todo lindo, pero los pejerreyes ¿donde estaban?".

"500 lanchas... solo 8 clasificados.... malísimo".

"Como juninense, participante y viejo pescador siento verdadera vergüenza ajena ante todos los que llegaron desde distintos puntos de la Pcia".

"El año que viene premien al dientudo más grande".

"No tienen cara. Tuvieron que sortear el 9no y 10mo premio. Dejen de hacer propaganda barata que no es creíble".

Algunos con sorna, varios con tristeza y otros con bronca, todos amantes de la pesca se expresaron en las redes sociales ante lo que consideran fue más un fiasco que una fiesta. Según viejos pescadores habría que 'barajar  y dar de nuevo". Criar, controlar más estrictamente y sancionar fuertemente a quienes siguen comercializando con la pesca ilegal.  Mejorar los servicios en la laguna para los no embarcados y que vienen a pasar el día y cuidar que algunos no se hagan el mes cobrando precios por servicios que brindan a precios europeos.

Pasó la edición de la Fiesta del Pejerrey 2019, y la calma chicha previa al fin de semana no falló. Ahora llegó la tormenta. Un verdadero aguacero, que empezó a salpicar a más de uno.

fuente-------http://semanariodejunin.com.ar