El hecho recuerda a la leyenda de Jonás, el profeta que fue tragado por una ballena, solo que esta vez no sucedió en las aguas del Mediterráneo sino en el océano Índico, muy cerca de Puerto Elizabeth, al este de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.El fotógrafo y buzo profesional Rainer Schimpf se encontraba sumergido en las profundidades del mar cuando, de repente, una ballena se lo tragó por completo y desapareció del lugar frente al espanto de sus compañeros.
"Supe al instante lo que había ocurrido y de manera instintiva contuve el aliento", contó Schimpf, quien al momento del hecho se encontraba grabando escenas de la vida submarina en medio de un cardumen.
costa
El hecho recuerda a la leyenda de Jonás, el profeta que fue tragado por una ballena, solo que esta vez no sucedió en las aguas del Mediterráneo sino en el océano Índico, muy cerca de Puerto Elizabeth, al este de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
El fotógrafo y buzo profesional Rainer Schimpf se encontraba sumergido en las profundidades del mar cuando, de repente, una ballena se lo tragó por completo y desapareció del lugar frente al espanto de sus compañeros.
"Supe al instante lo que había ocurrido y de manera instintiva contuve el aliento", contó Schimpf, quien al momento del hecho se encontraba grabando escenas de la vida submarina en medio de un cardumen.
Una ballena se tragó a un buzo y luego lo devolvió cerca de la costa - Fuente: YouTube
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"Asumí que la ballena me escupiría en algún lugar del Océano Índico", dijo al diario británico The Telegraph, mientras se reponía el incidente. Y así fue.
Previendo que el bocado le resultaría indigesto, el cetáceo lo escupió entero, a pocos metros de la costa, sano y salvo, junto al cardumen de peces que había atrapado en el mismo acto.
Schimpf se dedica al turismo submarino y suele ganarse la vida organizando tours para buzos profesionales y aficionados. Tiene 51 años y mucha experiencia en las profundidades. Por eso no perdió la calma. "No hay tiempo para el miedo en una situación así, tenés que usar tu instinto", relató.
Como el mito de Jonás, el buzo fue tragado por una ballena y luego escupido muy cerca de la costa. Tuvo suerte. No estuvo dentro de ella durante tres días como el profeta, sino durante unos pocos minutos. Unos minutos eternos que no olvidará jamás.
fuente-www.lanacion.com.ar
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