El primer triunfo de Rasmussen
HUGO RASMUSSEN JUNTO A FAMILIARES, AMIGOS Y LA IMPONENTE CORVINA NEGRA CAPTURA
Se iniciaba el segundo capítulo de esta hermosa historia. Sesenta aficionados habían asentado su inscripción y la tarde del sábado 23 se presentaba como para que algunas "pogonias chromis" se prendieran del suculento manjar que debía representar para ellas un racimo de frescas lenguas de almejas. Eran épocas donde muy difícilmente se pescara con lombriz de piedra o con alguna carnada blanca y por ello la almeja, ese bivalvo que abundaba por doquier en nuestras playas, estaba al alcance de la mano a pocos centímetros de la superficie de la arena.
Hugo Rasmussen, siempre acompañado de sus inseparables amigos Joaquín Arán y Pedro Ludueña, enfiló para el lado de Dunamar y en uno de los canales le estaba esperando un hermoso ejemplar de 20,750 kilogramos que le dio la victoria imponiendo así por primera vez su nombre en el rico historial de Las 24, que lo volvería a ver ganador seis años después.
El segundo lugar le correspondió a don Francisco "Paco" Suárez con un ejemplar de 19,500 kilogramos que capturó sobre la desembocadura del arroyo. Tercero fue el aficionado de San Francisco y gran pescador Jorge Pérez y cuarto quien escribe estos recuerdos con una negra de 10 kilogramos extraída junto a uno de los grandes del automovilismo local, Miguel Volponi, acompañado de su hermano, el recordado Héctor, con quien tuviera destacada participación en las Mil Millas Argentinas de TC que organizaba el Avellaneda Automóvil Club.
Les cuento que en aquella ocasión decidí emprender rumbo hacia el Caracolero para encontrarme con Ever Chachero, Rubén Giacomino, el Gringo Mónaco y Aldo Cortina. Recalamos con Volponi en la zona del Médano Verde y a los pocos minutos, un poco sorprendido y otro poco asustado, sentí un arrastre y como prepeando le dí a la manivela del 6000 y entre las sombras de la noche apareció la corvina de 10 kilogramos que finalmente me ubicaría en el cuarto lugar. Minutos después, y luego de no poder creer lo que tenía en el haragán, otro fuerte sacudón me sacó como corriendo hacia la lengua del agua, pero aquí la inexperiencia hizo que al no aflojar la estrella del reel, la lucha no fuera muy larga y se definiera a favor de la corvina que vaya a saber donde fuera a parar con anzuelo, almejas y varios metros de nylon del flamante Escualo que había adquirido para la ocasión.
Sin propaganda y sin promoción, el domingo 24 frente al Hotel Claromecó se plantó el cartel con fondo blanco donde con letras negras se leía 24 Horas de la Corvina Negra y más abajo Club Cazadores Tres Arroyos. Era la única identificación con la que contaba el concurso. Por la noche, otra vez en el subsuelo de Marea Baja, se llevó a cabo la ceremonia de premiación entregándose las copas, algunas de las cuales no superaban los 15 centímetros de alto, pero con un enorme significado. Lógicamente que la mía la guardo en un lugar especial de mi casa y entre los recuerdos más hermosos.
PRODUCCIÓN PERIODÍSTICA: POPI GUIDO -Diario La Voz del Pueblo
HUGO RASMUSSEN JUNTO A FAMILIARES, AMIGOS Y LA IMPONENTE CORVINA NEGRA CAPTURA
Se iniciaba el segundo capítulo de esta hermosa historia. Sesenta aficionados habían asentado su inscripción y la tarde del sábado 23 se presentaba como para que algunas "pogonias chromis" se prendieran del suculento manjar que debía representar para ellas un racimo de frescas lenguas de almejas. Eran épocas donde muy difícilmente se pescara con lombriz de piedra o con alguna carnada blanca y por ello la almeja, ese bivalvo que abundaba por doquier en nuestras playas, estaba al alcance de la mano a pocos centímetros de la superficie de la arena.
Hugo Rasmussen, siempre acompañado de sus inseparables amigos Joaquín Arán y Pedro Ludueña, enfiló para el lado de Dunamar y en uno de los canales le estaba esperando un hermoso ejemplar de 20,750 kilogramos que le dio la victoria imponiendo así por primera vez su nombre en el rico historial de Las 24, que lo volvería a ver ganador seis años después.
El segundo lugar le correspondió a don Francisco "Paco" Suárez con un ejemplar de 19,500 kilogramos que capturó sobre la desembocadura del arroyo. Tercero fue el aficionado de San Francisco y gran pescador Jorge Pérez y cuarto quien escribe estos recuerdos con una negra de 10 kilogramos extraída junto a uno de los grandes del automovilismo local, Miguel Volponi, acompañado de su hermano, el recordado Héctor, con quien tuviera destacada participación en las Mil Millas Argentinas de TC que organizaba el Avellaneda Automóvil Club.
Les cuento que en aquella ocasión decidí emprender rumbo hacia el Caracolero para encontrarme con Ever Chachero, Rubén Giacomino, el Gringo Mónaco y Aldo Cortina. Recalamos con Volponi en la zona del Médano Verde y a los pocos minutos, un poco sorprendido y otro poco asustado, sentí un arrastre y como prepeando le dí a la manivela del 6000 y entre las sombras de la noche apareció la corvina de 10 kilogramos que finalmente me ubicaría en el cuarto lugar. Minutos después, y luego de no poder creer lo que tenía en el haragán, otro fuerte sacudón me sacó como corriendo hacia la lengua del agua, pero aquí la inexperiencia hizo que al no aflojar la estrella del reel, la lucha no fuera muy larga y se definiera a favor de la corvina que vaya a saber donde fuera a parar con anzuelo, almejas y varios metros de nylon del flamante Escualo que había adquirido para la ocasión.
Sin propaganda y sin promoción, el domingo 24 frente al Hotel Claromecó se plantó el cartel con fondo blanco donde con letras negras se leía 24 Horas de la Corvina Negra y más abajo Club Cazadores Tres Arroyos. Era la única identificación con la que contaba el concurso. Por la noche, otra vez en el subsuelo de Marea Baja, se llevó a cabo la ceremonia de premiación entregándose las copas, algunas de las cuales no superaban los 15 centímetros de alto, pero con un enorme significado. Lógicamente que la mía la guardo en un lugar especial de mi casa y entre los recuerdos más hermosos.
PRODUCCIÓN PERIODÍSTICA: POPI GUIDO -Diario La Voz del Pueblo
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