Fuentes policiales informaron que personal de la nueva Brigada Especial Terrestre con asiento en la ciudad de Concordia, durante este fin de semana, montaron un operativo en la zona conocida como la Tortuga Alegre muy cercana a la Represa Salto Grande, que terminó con un importante secuestro de pescados capturados ilegalmente.
Los uniformados simularon ser un grupo de personas que comían un asado en la zona del camping, mientras que el resto de la comisión montaba guardia de manera oculta en el camino de acceso a la Tortuga Alegre.
Luego de haber pasado toda la madrugada a la intemperie, los efectivos escucharon el ruido del motor de una embarcación que se abría paso en la densa neblina, hasta llegar al pedregullo de la costa, donde simultáneamente apareció un vehículo Volkswagen Golf rojo que ya había sido registrado en el ingreso al conocido lugar de público esparcimiento; el rodado ingresó directamente al desembarcadero, para cargar no solo personas que venían en el bote, sino también otros pesados bultos, saliendo raudamente a pesar de la poca visibilidad, a la vez que se escuchó el ruido del motor de la lancha que se internaba nuevamente al río.
Desde la fuerza confirmaron que por razones de competencia jurisdiccional no se actuó en el lugar a pesar de contar con el factor sorpresa, pero si se dio aviso radial al resto del personal desplegado sobre calle Intendente Pedro N. Urruzola, a fin que intercepten a dicho rodado, lo que se efectivizó a unos 1500 metros de distancia del camping. De acuerdo al parte policial, se estableció que en el auto se conducían cuatro sujetos, siendo identificados como Cristian Alberto (40), Mikea Nahuel (18), Raúl Dario (34) y Mario Dario (33), todos oriundos de Concordia, a quienes se les requirió que exhiban lo que transportaban, especialmente en el baúl, donde se constató la existencia de cuatro bolsas de arpillera plástica y un tambor de plástico azul con varias especies de pescado, más dos trasmallos, un cuchillo, dos linternas, un chaleco salva vidas, un reel y cuatro cañas de pescar.
Por tal motivo se les exigió el permiso de pesca pertinente, ya sea deportivo o comercial, en este último caso la guía de traslado y demás requisitos previstos en Ley de Pesca N 4892, pero carecían de la documentación; por lo que se procedió al secuestro de los elementos de referencias, empleados para la pesca clandestina, como así al decomiso de 21 dorados y 4 bogas de grandes dimensiones propias del sector ribereño, ascendiendo a un peso cercano a 200 kilogramos. Se labró el acta de infracción respectiva, por el uso indebido de herramientas prohibidas para la pesca, ya que por reglamentación de CARU, desde la represa hasta Salto Chico no se pueden utilizar ese tipo de redes, más allá del transporte ilegal, y de la inexistencia de habilitación de pesca, oportunidad.
Según notificaron desde la Dirección Prevención de Delitos Rurales, este tipo de operativos se realiza con el afán de prevenir un hecho que perjudica sensiblemente la fauna ictícola que se encuentra en el Río Uruguay, más precisamente en la zona cercana a la Represa Salto Grande. Desde la fuerza, ratificaron su compromiso de develar de una vez por todas el circuito ilícito sobre la pesca y posterior comercialización de esta tan preciada y costosa carne, que siempre son originadas por el accionar de pseudopescadores, que lejos están de respetar las disposiciones legales vigentes, ni mucho menos por tratarse de un hobby deportivo, a sabiendas que solo lo hacen para lucro propio a instancias de depredar la fauna silvestre en un lugar expresamente prohibido desde el punto de vista comercial, que precisamente por eso es uno de los atractivos esenciales para el turismo entrerriano.
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