24/5/15

Atrapan dos enormes peces en la restinga de Las Grutas

Atrapan dos enormes peces en la restinga de Las Grutas,
San Antonio Oeste. Vecinos del balneario Las Grutas atraparon ayer dos enormes peces conocidos popularmente como “atunes argentinos”, y que pertenecen al género de los túnidos.
Uno pesó cerca de 90 kilos y el otro 50.
La captura se produjo en la zona de la restinga de la Cuarta Bajada.
Ambos ejemplares habían quedado atrapados en una de las pozas, las lagunas que se forman entre las rocas cuando baja la marea.
Ricardo Aconsi (foto), propietario de un restaurant de la Primera Bajada, contó una amiga de él, Laura Curzel, caminaba por la costanera junto a otros amigos, y advirtieron a varios metros de distancia un tremendo chapoteo.
Intrigados bajaron para cerciorarse de qué se trataba, y se encontraron con los dos enormes peces que luchaban por sobrevivir en un charco de agua que se extinguía por el escurrimiento natural.
Con gran esfuerzo entre tres personas pudieron retirarlos. Luego lo cargaron en un vehículo y los llevaron para exhibirlos al restaurant de Aconsi, donde los rebanaron y se los distribuyeron.
Además anoche compartieron una cena en la que el pescado fue el menú central.
Destacó que es una carne blanca, muy grasosas, y de un sabor exquisito.
La aparición de los animales generó un gran interés por parte de los estudiantes de la Licenciatura de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue.
Conocedores de que es la época en que los ejemplares ingresan al golfo San Matías, preparan una expedición para atrapar al menos uno, para ser sometido a estudios e investigaciones.



Es la época
Comenzaron a ingresar al golfo San Matías cardúmenes de enormes peces conocidos popularmente como “atunes argentinos”, que aparentemente extraviados de alguna ruta migratoria o tentados por la posibilidad de conseguir con facilidad alimentos, se acercan tanto a la orilla que muchos de ellos son presa fácil para los “cazadores” costeros.
No hace mucho tiempo que aparecen por la región, por lo que es poca la información científica se tiene de ellos, salvo que sus ejemplares pueden superar los 120 kilos de peso y los dos metros de largo, y que su carne es exquisita.
En el Instituto de Biología Marina y Pesca Almirante Storni, con sede en San Antonio Oeste, llevan una lista donde tienen registrados unos 50 hallazgos, algunos documentados con fotografías. En su mayoría los individuos fueron sorprendidos por la bajamar y encontrados muertos tras varar en la costa, o encerrados en las pozas de las restingas donde son atrapados con cuchillos o arpones. Hay numerosos relatos que cuentan experiencias con visos de aventura, y cada vez más aficionados se organizan en esta época para ir detrás de una o más piezas.
El biólogo Raúl González, integrante del Instituto, explicó que las primeras apariciones datan del año 1987, y a que a partir de allí se han sostenido de manera sistemática siempre entre los meses de mayo a junio.
El científico puntualizó que se trata de una especie “pelágica”, porque vive cerca de la superficie, por lo que se diferencia de los demersales, que como la merluza, habitan el fondo del lecho marino.
Debido a esta característica, no se descarta que los vulgarmente llamados atunes puedan ser pescados con técnicas deportivas denominada “trolling”, muy utilaza en lagos y ríos, consistente en arrastrar con una lancha una línea con un señuelo en el extremo.
Expertos de la actividad de la región coinciden en que pocas veces se probó este sistema, y destacaron que la pesca embarcada en esta parte de la costa marina se realiza usualmente con líneas de fondo, donde atrapan salmones, meros y corvinas, entre otras especies.
Pero no desestiman la posibilidad de aventurarse, al menos en esta época del año, a la pesca de estos enormes ejemplares que visitan regularmente el golfo San Matías.
FUENTE-http://elmallindigital.com.ar/

1 comentario:

Anónimo dijo...

era mucho pedir se devolvieran al mar no? en ninguna parte de la noticia se valoro la supervivencia imaginense ustedes se quedan en un pozo con un auto, uno avisa y llega una topadora para que los pase por arriba y tapen el pozo en el que cayeron "moraleja" as bien sin mirar a quien, un abrazo.