6/1/15

24 HORAS DE LA CORVINA NEGRA,El año de Trybuchowicz

El año de Trybuchowicz
Se iba el verano del "68" y la pesca de la corvina negra seguía siendo el atractivo principal de nuestras playas.
Boleslaw Tribuchowicz, polaco, de pocas palabras, medido en su acciones y amante de la naturaleza. Sus hijos tienen los datos precisos de cómo llegó a afincarse en Dunamar, pero lo real es que está dentro de la historia grande de "Las 24".


Los cazadores encaraban la séptima edición y sólo en 39 participantes más se había superado la inscripción del año anterior (174 contra 135). Algunos de los comerciantes del balneario que habían terminado su trabajo de temporada, estaban dentro de los que soñaban poder tener colgada en el haragán o en algunos de los primeros pesqueros que surcaban la playa, la mansa y hermosa estampa de alguna "pogonia chromis". Eran épocas en que quienes disfrutaban la noche de Claromecó paseando por la Mulazzi hoy calle 9, de improviso se alertaban al sonar de alguna o varias bocinas de aficionados que portando corvinas negras regresaban de su jornada de pesca.
Junto al desaparecido Alberto Maciel, caña en mano, recordábamos que no hacía muchos años antes, se estaba totalmente convencidos de que "esta noche se da el pique" después del repunte en los canales de Dunamar va a arribar la negra y no nos sorprenderemos si al retirarse alguna ola vemos algún ejemplar haciendo la vertical prendida en algún almejal. Hermosos recuerdos como también lo es rememorar la figura de Boleslaw. El polaco vivía en Dunamar y en la noche del sábado, con su caña, reel y unas pocas bajadas se instaló en los primeros canales y luego de llenar el tacho de almejas comenzó a elaborar con paciencia esta historia.
Luego de varias horas tuvo el pique y de a poco fue trayendo la negra; tuvo un corte en el nylon, pero no se inmutó, logró contener la presa e hizo un nudo y finalmente pudo traerla mansamente a la lengua del agua. El enorme ejemplar pesaría 23,050 kilogramos y no sólo sería la ganadora sino que se inscribiría como la más pesada en la historia del concurso hasta ese momento. La segunda colocación fue para otro gran pescador, Pascualito Ortolá, también en la zona del Médano Verde con un ejemplar que acusó en la balanza 19,225 kg. Tercero fue el Bocha Alcídes Burgueño con 18,300 kg reafirmando sus grandes dotes de pescador de negras. Carlitos Urrutia, otro de Claromecó entró cuarto con 16,500 kg y quinto Hugo Rasmussen (cuando no) que se anotó con un ejemplar de 16,440 kg.
Pero como si esto fuera poco, Ernesto Khullman de la zona de San Francisco puso su número con una corvina de 14,700 kg y finalmente Mario Reinoso, demostrando todo lo que sabía, fue el octavo clasificado con un ejemplar de 13,900 kg.
Once corvinas negras entre los 14 y los 23 kilos y esa anécdota que no se puede olvidar de ver a Boleslaw como un gladiador esperando con su negra cerquita del puente de tablones. La historia podría ser contada de muchas maneras, pero no miente, y quienes la han vivido y la narran están junto a ella en recuerdos como los de ese momento.
PRODUCCIÓN PERIODÍSTICA: POPI GUIDO-Diario La Voz del Pueblo

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