7/10/12

San Pedro entre dos especies




San Pedro: Entre dos especies
En San Pedro conviven dos especies de rio muy preciadas, la posibilidad de capturar tanto doradillos como tarariras hacen de este lugar un muy buen programa de pesca deportiva.
Seducido por los múltiples comentarios volcados por otros pescadores en los cuantiosos medios de comunicación que se dedican a cubrir noticias de pesca, el equipo de Pesca Pro Way (PPW) –compuesto en la ocasión por Pedro, Nico, Maxi y la asistencia especial de nuestra jefa de gráfica y gran amiga Carolina GSM- pusimos proa al norte de la provincia de Buenos Aires y decidimos relevar el denominado “paraíso de las Tarariras” en San Pedro.
Apretados por las distintas actividades de los componentes del equipo la salida en esta ocasión estuvo prevista solo para un día, el sábado. Habíamos contratado para ello los servicios del afamado guía del lugar Héctor “Ruly” Martínez, quien tal cual lo acordado nos pasó a buscar por el complejo en que nos hospedábamos a las 8 de la mañana en punto.
Agresivas Tarariras.
Una vez acomodados en la confortable embarcación -un tracker impulsado por una moderno Honda de 90 hp- comenzamos a descender por el río Paraná para introducirnos en los distintos riachos que invaden y circundan las denominadas islas Lechiguanas y, luego de una navegación de más de 30 minutos, hicimos nuestro primer parada en una geografía que obedecía a las conocidas “zanjas”, allí mientras parte del equipo decidió internarse tierra adentro siguiendo las costas de la zanja, otro se paró frente a una caída de agua pretendiendo dar captura a un dorado que desde que llegamos al lugar no paraba de saltar y dar signos de marcado “apetito”. Lo cierto es que a poco de andar por el borde de la zanja los gritos de Pedro desde la costa nos obligó a volver sobre nuestros pasos para observar el pez que finalmente había sido atrapado, un aguerrido doradillo de poco más de
dos kilos que pronto volvió al agua alegremente. La zanja no mostro mayor actividad. Salvo uno que otro tímido ataque de tarariras que hasta ese momento estaban verdaderamente esquivas. A esta altura “Ruly” decidió dirigirse a un arroyo de aguas muy quietas que prometió ser infalible.
Y entonces sí, una vez que nos situamos sobre una de las márgenes del arroyo y anclamos la embarcación pescando algunos arriba de ella y otros diseminados en las barrancas del mismo, comprobamos la agresividad e hiperactividad que esta especie posee en estos lugares. Efectivamente, los piques se sucedieron unos y otros sin solución de continuidad, atacando nuestros señuelos “frog” y “super frog Kunnan” -que son los indicados- para este tipo de excursión obteniendo cerca de cinco capturas de tarariras medianas y chicas otorgando un rinde escaso a comparación con la notable cantidad de “ataques” sufridos. Habiéndose calmado el lugar y a fin de darle “descanso” nos trasladamos hasta una de las denominadas cuevas para ver llegar el mediodía y deleitarnos con nuestro almuerzo sin mucha actividad, es decir, algunos ataques y ninguna captura.
Tarde Dorada.
Luego del declive de la tan ansiada especie, siguiendo el consejo de nuestro guía, dedicamos la segunda mitad del día de pesca a tentar suerte con el dorado y allí sí que nos aseguramos el éxito del viaje, porque ni bien arrojamos nuestros señuelos (Marine Sport Iron Head, Berkley Frenzy Ratll´r 7 cms y shiner King 90 de Marine Sport 07) en los distintos ingresos de agua que daban al arroyo que nos estaba llevando de regreso al Párana obtuvimos piques y muchas capturas de doradillos de entre 2 y 3 kilos que fueron el desafío de nuestros equipos livianos (todas cañas de 4 libras y de acción media), desafío que se repitió una y otra vez ya no solo en las corrientes entrantes de agua, sino también en las costas del rio, contra los palos y en las barrancas.
Para recomendar
Si bien la especie que fuimos a buscar a San Pedro se mostró un tanto reticente a la hora de tomar firmemente los señuelos, la salida de pesca puede tildarse de satisfactoria y por ende de recomendable, toda vez, que la posibilidad de combinar la pesca de taruchas con la de doradillos y el tener dos opciones de éxito hacen al lugar muy atrayente, ello contando además con la muy buena cantidad de servicios ofrecidos (alojamientos, restaurantes, etc.) y de guías existentes (los hay variados y de distintos precios), más la cercanía que el lugar ofrece no solo con Buenos Aires, sino también con las ciudades de la costa como la nuestra.
Pesca Proway
Imagenes fueron tomadas por Carolina Gomez San Martin

No hay comentarios: